¿Qué nombre le pongo a mi perro?

Importante elegir el nombre de nuestro perro

Es, posiblemente, una de las cosas que más dudas genera al principio, pues se trata de algo que el cánido llevará toda su vida y no es plan de arrepentirse, sobre todo cuando el animal es capaz de reconocer y responder a su nombre.

Entonces surge la duda: ¿optamos por uno que resalte alguna característica del animal? ¿Le ponemos el mismo nombre de nuestro héroe favorito, de ese pintor al que tanto admiramos o del cantante que nos gusta? ¿Mejor elegir uno largo o un nombre corto? ¿Que sea sencillo o algo más rebuscado y original?

Para inspirarte, te dejamos el listado con ¡los nombres de perros populares!

En principio, podemos elegir el que más nos guste, pero sí que es cierto que hay varias cosas que debemos tener en cuenta y que nos pueden ayudar a buscar el más adecuado.

Que sea corto y fácil de pronunciar

Muchos quieren ser originales y piensan en un nombre único y especial. Seguro que es precioso, pero tenemos que tener en cuenta que el nombre está destinado a un perro y que este debe poder entenderlo para que cuando lo nombremos, él responda. Por eso, lo mejor es que elijamos nombres cortos y que sean sencillos de pronunciar.

Que sea coherente con sus características físicas

¿Qué queremos decir con esto? Pues que no llamemos Bombón o Trufa a un perro que no tiene el pelaje oscuro, que no lo bauticemos con el nombre de Terremoto si nuestro animal es un dormilón y sumamente tranquilo, que no elijamos un nombre diminutivo o que denote pequeño tamaño si después resulta que crece mucho.

Un caso sería llamar Simba a un Dogo Alemán. Y lo mismo sucede en el caso contrario, si optamos por un nombre que alude a poderío o grandeza para designar a un animal muy pequeño. Por ejemplo, un Chihuahua que se llame Coloso. No resulta muy coherente.

Por eso, hay que prestar atención a sus características físicas y a la raza del perro para que el nombre se adecue a nuestra mascota.

Que no sea de persona

Por supuesto, para gustos, colores. Pero qué duda cabe que usar un nombre de persona para un animal puede causar molestias en aquellos que se llaman del mismo modo.

Que no sea humillante o negativo

Quizá pueda resultar gracioso que si nuestro perro es un poco trasto usemos un nombre que haga referencia a esa inquietud, pero también puede resultar humillante que se elija un nombre que resalte solo lo negativo del animal, y no aspectos positivos. Por eso mismo, es mejor huir de nombres como Diablo, Lucifer, Atila..., por muy traviesa que sea nuestra mascota.